Además, el término gadget adquiere significado específico en el campo del psicoanális, cuando durante la segunda mitad del siglo XX, el psicoanalista francés Jacques Lacan pasa a emplearlo para referirse a los objetos de consumo producidos y ofertados como «deseos» por la lógica capitalista - en la cual están incluidos el saber científico y las tecnologías en general. Entre estos gadgets, dice Lacan, se encuentran los «sujetos mercadería», aquellos que incorporan de forma algo psicótica una actitud de objetos de consumo breve y que, por eso, invierten sus energías en probarse consumibles o deseables a los ojos de eventuales pares o a los del mercado, eje de su comportamiento. Bajo la perspectiva lacaniana, estos sujetos mercadería no son de hecho sujetos, ya que consumen otros «objetos» y se ofertan al consumo como «objeto»s, no al establecimiento de lazos sociales.
La primera bomba atómica fue llamada gadget por los científicos del Proyecto Manhattan, al ser experimentada en la Prueba Trinity.
En ficción, son populares en las películas de espías, especialmente en las series de James Bond o en las series de Iron Man y Batman, dependientes siempre de sus equipos. Otro personaje célebre de los dibujos animados dotado de un surtido de gadgets, era el Inspector Gadget.